jueves, 18 de abril de 2013

SALIDA A LA MOLA.

            “Lo mejor del cambio en mi forma de vida no es perder kilos, ni cambiar hábitos, ni ganar en salud. Lo mejor de todo, es que, cualquier entrenamiento, o salida al bosque, o meta superada, es especial. No es un entreno más, es un entreno mejor que el anterior, es una meta conseguida. Una salida al campo se puede convertir en una de mis experiencias más inauditas por pequeño que sea el acontecimiento.”


SALIDA A LA MOLA.

A lo largo de mi vida habré subido a La Mola, como unas tres veces, palo cuñaos o amigos, bota de vino a cuestas, parando, dándole a la sin hueso. De excursión placentera y creo que en todas perdiéndonos al principio del trayecto. Con lo fácil que es, siempre “pa´rriba”. Y si no recuerdo mal, la última vez, creo que dije que no volvería a subir. ¿Que se me ha perdido a mí, allí arriba??


Vista de Sabadell y de mi cansancio.

            Hoy tocaba con mis entrenadores y mi hijo Jordi. Pero en serio. Isotonico, barritas energéticas, plátanos, pulsómetro y muchos metros para arriba, intentando no, parar ni desfallecer. Para mí, seguirles por donde ellos pasaran, era un reto importante, yo solito muevo 113 kilos y ellos entre los tres unos 210. Ya podrán, ya. Pero, aun así, les seguía como una sombra, lejana pero constante. De vez en cuando, agua y parar escasos segundos y muy pocas veces, para disfrutar de las vistas.


Desde arriba de La Mola, mirando hacia Els Òbits.

            Llegamos a la cumbre, con las piernas que me salía fuego, (así se queman calorías y se pierde peso, no sudando) en 1h: 30m, 5.90 km y un desnivel de 531 metros. Para mí un récord, para ellos un paseo.

            Bueno, ahora vamos para abajo, viene lo facil. Pensé yo. Si si, pero dando una pequeña vuelta de 2h: 13m y 7.7 Km, más.

            Menuda bajada llena de piedras sueltas y con un desnivel que a veces me tenía que coger a los árboles. En ese punto, Pol me enseñó a bajar con técnica, no por gravedad desbocada. Piernas abiertas, un poco reclinadas y cuerpo hacia delante para no resbalar. Genial.

            Fue el primer día de agujetas en todo este tiempo de entreno. Ya me lo avisó Fernando, que en la cuesta abajo me saldrían hasta en el DNI.

            Las sensaciones de subir a La Mola en plan deportivo, en vez de paseo, son sin lugar a dudas 100 por 100 diferente. Vi hasta donde podía llegar superando mi esfuerzo. A cada momento me sorprendía de las distancias que íbamos recorriendo: “¿Allí estábamos? ... ¿Hasta allí tenemos que llegar? … ¿Todo eso hemos subido? … ¿Por aquí tenemos que bajar?

            Parecía un niño de ocho años disfrutando de la emoción de cada momento. Qué suerte poder vivir estas experiencias.


La Mola desde Els Òbits.

El recorrido propiamente dicho:

 

-Torre de l'Àngel

-Can Robert

-Can Pobla

-Cami dels Monjos

-La Mola

-Morral del Drac (Cova del Drac)

-Carena del Pagès

-Els Òbits

-Font Flavia (excelente fuente de agua inacabable)

-Carena del Pagès (criador de agujetas)

-Canal de Can Pèlecs

-Torre de l'Àngel

 

            Datos cedidos por “nuestro guía” particular.

Llegando al coche, a pocos minutos del final me propuso correr un poco, y así lo hicimos. Pocos metros, en llano, pero trotando. Aún me quedaban fuerzas.

            Fue una salida muy interesante ya que me esforcé subiendo al límite de mis posibilidades sin correr peligro, con pulsómetro sin pasar de 150 pulsaciones y vigilado por estos dos fieras. Toda una experiencia que no olvidaré.

Al llegar a casa, un antiinflamatorio, por si acaso y un ratito de sofá que me hacía falta, ducha y a dormir como un bebé.

            Espero hacer otro día, La Mola – Moncau. Pero dando caña.

PD.

            TRES DÍAS DE AGUJETAS.

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