Cada
vez más lejos mi primera maratón, Barcelona, marzo 2015...
Cuando
todo iba viento en popa, ganando fuerza en cada entreno, cuando empezaba a aprender
a controlar mis ritmos de carrera, cuando estaba ganando una capacidad aeróbica
descomunal, cuando empezaba a disfrutar de las tiradas largas... todo ese
esfuerzo y mis sensaciones deportivas, se vienen abajo por culpa de una lesión.
Y
encima, en el peor momento de los 4 meses de entrenamientos, en el momento en
que se está ganando fuerza y capacidad para soportar entrenos cada vez más
duros... cuando llega el momento que hay que hacer que el cuerpo se vaya
acostumbrando a correr durante, 2h15', 2h30', 2h45'... 3h, hacer 30 km... En
ese puñetero momento, se corta la película.
La
media maratón de Granollers, de hace tres semanas, me ha costado perderme los
entrenos claves para mis próximos 42 km.
Supongo
que, mi antiguo oficio, más heridas mal curadas, más poco conocimiento, más
correr 21 km lesionado, hizo que se despertaran viejas heridas, y ha hecho que
mi definitivo “Mayor triunfo”, se pueda quedar en agua de borrajas, o lo que es
lo mismo, que se vaya al carajo una esperada ilusión, en la que tenía puesta
toda mi fuerza interior, para deleitarme con el orgullo de completar un reto de
magnitudes desproporcionadas para mí.
Dos
años entrenando este obeso cuerpo, hasta conseguir llevarlo al perfil de un
corredor casi/semi/popular, para poder colocarlo en la línea de salida de una
maratón y ser merecedor del título de "Finisher maratoniano". Dos
añitos y ya oficialmente 47/48 kilos menos. Y por no saber decir que no a una
carrera, en la que veía que no podía hacerla por lesión, pues aquí estoy, saliendo
a trotar, desde hace 3 semanas, de vez en cuando, y poco, para ver, si esta
maltrecha cadera, deja de dolerme.
Pero
no, no deja.
Masajista,
ibuprofenos, hielo, (tenéis que probarlo, hielo en la ingle, genial) ondas de
choque, ultrasonidos, magnetoterapia, dejar caer mis lágrimas encima del psoas
ilíaco. Nada, que como dice el dicho, "El tiempo lo cura todo".
Pero
coño, que se me pasa el tiempo, que solo quedan 3 cortísimas semanas y el tío
está todavía convaleciente.
Pero
bueno, se ve que es algo normal, en vísperas de una carrera, lesionarse. Pero
como es mi primera lesión, me duele, como el primer arañazo en un coche nuevo.
Pues
bien, esta semana, la antepenúltima, tengo que arriesgar y probar a entrenar
"normal", porque si no puedo hacer cositas ya cal que me despida de
mi maratón.
Si,
sé que hay otras, sé que es muy pronto para una carrera de este tipo sin haber
hecho nunca deporte, pero en 2 años, pasar del sofá al asfalto y comerme 42k en
4 horas o 4 horas y poco...eso, Doña Leonor, eso solo se consigue una vez en la
vida.
Pero,
aun y así, que todos mis problemas en esta vida fueran como ese, superficiales.
Iré
contando.