lunes, 16 de marzo de 2015

EL FINAL DE ESTA HISTORIA. Vale la pena cuidarse!!!



Hace unos 4 años tuve que ponerme en manos del neumólogo por problemas con los ronquidos. Le llaman apnea del sueño. En resumidas cuentas, roncas tanto que haces episodios muy continuos de apneas, osease dejar de respirar involuntariamente durante bastantes segundos y varias veces en la noche.

Los síntomas más notables son, sueño continuo, cansancio infinito, ojos rojos y una mala leche encima "tol" día, que no hay quien te aguante.

Parece ser, que para entrar en el sueño profundo, que es el que hace que descanses realmente, necesitas estar dormido como mínimo 20 minutos. En ese momento, tu cuerpo y mente empiezan a recuperar fuerzas y descansar y no deberías despertarte, porque si no, vuelve a empezar el ciclo de los 20 minutos.

En mi caso eran 29,4 apneas por hora.

Datos del estudio en 8 horas de sueño, mal dormidas, claro:

·       Media en segundos de cada apnea - 25''

·       Apnea más larga en segundos - 60''

·       Tiempo total sin respirar - 90 minutos

Grave...

Yo he hecho la prueba de estar sin respirar durante un minuto, y lo he pasado muy mal. Probarlo.

¿Qué quieren decir esos números? Que no entraba en el sueño que hace que descansara y me recuperara para poder aguantar el día siguiente, ni una sola vez en toda la noche y ni un solo día en todo el año. Así que, un pequeño viaje en coche para mí era terrible. El hecho de sentarme a conducir y relajarme al volante, ya me daba sueño y en menos de 20 o 30 kilómetros, tenía que parar a echar una cabezadita. Con sus correspondientes apneas. Claro.

Terrible...

Que más síntomas. Pues, por ejemplo, mi almohada y el colchón los tenía completamente de color amarillo, de las sudoraciones que llegaba a tener en la noche. En casa pensábamos que era debido a mi obesidad y como solía cenar como un condenado, pues era lógico que de noche quemara calorías...Que va que va, las apneas. Temblores, palpitaciones, despertarme con unas taquicardias que me asustaban, pensaba que se me salía el corazón por el pecho o por la frente, pesadillas, pero de las de chillar y todo.

Un caso oiga...

Más cosas.

A las 2 de la madrugada, ya estaba viendo la tele o en el ordenador, como poco hasta las 5 ò 6 de la mañana. Y cuando me tenía que levantar para ir a trabajar me daba el sueño. La sensación de estar despierto, los ratos que estaba dormido, era horrorosa. La almohada estaba empapada en sudor y no hacía más que darle vueltas buscando la zona seca. Cuando cogía aire para respirar después de un episodio de apnea, me despertaba sobresaltado y no me permitía volverme a dormir en un buen rato.

Una pena, oiga...

Bien, pues mi neumóloga en la primera visita me dio de plazo un año, para perder kilos y no ponerme una máquina para respirar. Para entonces yo estaba en unos miserables 117 kilos. En el siguiente año superé mi propio récord y llegué a los 127. Así que me colocaron la maquinita de los demonios. No perdamos el tiempo...

El aparato no hacía ruido, pero la máscara que me colocaba en la "mocha" y el tubo corrugado que llegaba hasta la maquinita, era como el de un piloto de avión. Olvídate de darte la vuelta, ni arrimarte a la espalda de tu pareja o de moverte con naturalidad en la cama. Pero por lo menos dormía un mínimo de 4 horas seguidas. Eso ya era mucho, 4 horas seguidas sin despertarte, daba para poder descansar.

Mis kilos seguían para arriba hasta los míticos 132, aunque como ya he dicho en alguna ocasión seguro que los 135 los había superado, ya que la báscula daba error.

Pues, después de 10 meses de perder kilos y deporte continuo, desde luego, empezaba a dormir muchas más horas y más saludables. Hasta que me hicieron la prueba en diciembre del 2013 por que le dije a la enfermera de neumología en un control rutinario, que roncaba bastante menos sin la máquina.

Prueba echa, visita con la doctora con los resultados y "zasca" sorpresón, no solo no ronco si no que ya no hago apneas.

Palabras textuales de mi doctora “Has curado las apneas ¿Cuántos kilos y como los has perdido?".

Evidentemente le cuento mi historia y me felicita a mí y extiende las felicitaciones a mi entrenador Fernando. Cuarenta y tres kilos (43 kilos) no se pierden todos los días, así como así, con lo que sin pensárselo me pide la dirección de este blog, para que pueda enseñárselo a algún paciente con el mismo problema que yo, apneas por el sobrepeso, y así ayudarle a que se anime a perder kilos y hacer deporte. Pues si señora, "pa" eso estamos, faltaría más.

Había pasado de hacer 29 apneas en una hora, a 1,5, cuando lo normal es entre 2 y 10 a la hora. ¿Qué te parece Baldomero? Es más, es que en reposo tengo 49 pulsaciones por minuto, cuando antaño tenía 90 y pico.

Si con los datos médicos que explico arriba, no me animaba a perder kilos o a hacer deporte, es que ni me quería a mí, ni quería a los míos. Y sí, he aprendido a quererme, ya no hago apneas, y sí, he aprendido a querer a los míos, ya no ronco.

Más cosas.

El colon, mi colon. Al que tanta caña le he dado con la mala alimentación. Esa larga y corrugada tripa que, no es otra, que la que te da salud o te la quita, según te portes con ella y yo no era de los que tuvieran la tripita muy contenta conmigo.

Antes del máximo apogeo de mi tonelaje descontrolado, empecé a tener problemas estomacales, creía yo, dolor en el abdomen, sangrado en heces... (Ya sé que esto es un poco personal y delicado, pero estoy seguro de que alguien que lo lea se sentirá identificado y a lo mejor toma buena nota). De vez en cuando, me daba un dolor extremo que me tenía doblado por varios días, lo que más tarde descubrí como, "brotes", a lo que me tendría que acostumbrar para toda mi vida.

Pruebas y más pruebas. hasta diagnosticarme, diverticulitis. Y después de dos colonoscopias, me sacaron varios pólipos, entre ellos uno maligno que, con el tiempo, hubiera dado serios problemas.

Consejos del médico: “Dieta, verdura a tope, pérdida de kilos...” En fin, lo que ya sabemos, pero, que no hacemos nunca. Todo esto junto con las apneas. Un panorama la mar de alentador.

Y bien, lo que me ha dado el deporte y la alimentación sana, ha sido, después de dos colonoscopias de control, dictaminar que, los pólipos no se han vuelto a reproducir, la diverticulitis sigue ahí, pero sin dar brotes, porque eso son heridas o úlceras que no se secan nunca, pero no van a ir a más. Algo de lo que puedo estar más que contento.

Un cambio increíble.

Bien, pues después de este historial médico, puedo asegurar que ni el diagnóstico más lamentable, ni el consejo más acertado, ni verle los dientes al lobo, me hacía cambiar mi forma de vida.

Solo lo consiguió que se unieran un par de factores determinantes, como explico en la primera entrada de este blog, además de unas ganas locas de querer cambiar. El truco está en buscar pequeños objetivos, a corto plazo y desde luego, realizables. Alguien que te dirija con experiencia y tu corazón. Si no es así, todos los intentos son vanos.

No tenía claro a qué peso quería llegar, 80 y pico era un rango bastante amplio, 81, 89 kilos, qué más da, pero será un tope al que me enfrentaré de ahora en adelante. Nunca llegar a pesar 90, porque de los 90 kilos, a 100, solo hay un paso, unas vacaciones, unas navidades locas, un cambio laboral, algo que me despiste y vuelva a hacer perder la ilusión por estar en mi peso adecuado. Seguro, o casi seguro que bajaré bastantes kilos más, pero será porque los entrenos que realice me lleven sin darme cuenta a perderlos. Quién sabe. Lo que está claro es que la aventura que he vivido de perder kilos de esta manera ha sido alucinante, divertida, emocionante. Bajar de peso haciendo deporte, poniéndome metas muy duras pero alcanzables, trabajando mucho, compartirlo con todos vosotros a través del blog y del Facebook, disfrutar en cada carrera de la compañía de diferentes corredores y amigos, eso será inolvidable

Un reto como este, no puede hacerlo uno solo, hay que repartir las alegrías y las penurias. Por eso nació este blog, para compartir mi experiencia con cuanta más gente mejor. ¡Darlo a conocer! Yo no gano nada, pero quizás alguien, sí. Miento, si gano. Satisfacción.

Estoy llegando a mi meta final, a mi "Mayor Triunfo", bajar de 90 kilos y casi, conseguir hacer una maratón. El "Mayor Triunfo" de los kilos lo he encontrado, estoy en 88, y bajando. La maratón, era un reto difícil, no por el hecho de correrla, ya que la lesión me hubiera permitido hacerla corriendo y andando, para eso estaba preparado. Lo difícil era realizar los 4 estrictos meses de entrenamientos, eso me lo he perdido. La alimentación estricta, los entrenos militares, la fuerza mental que hubiera conseguido. De todo eso he estado muy, pero que muy cerca. Correr durante más de 4 horas seguidas y la mitad de ellas llorando de emoción, eso es lo que me he perdido. Me conformo, es más, estoy sobradamente contento de haber estado en puertas de ello.

Ya ha quedado atrás la maratón de Barcelona, fue ayer y he estado esperando a que pasara para poder decidir qué haré en el futuro sobre mi maratón, creo que en vez de hacer la de Valencia, por las ansias de querer hacer una, me esperaré al año que viene para conseguir, definitivamente, mis 42 Kilómetros y de mientras, correré por montaña, que, aunque parezca más duro, lo es.

Os lo contaré. Cuidaros. Y no comáis queso curado con polvorones, que engorda mucho. Receta particular de mis gordos tiempos.

Deseos:

Solo deseo con estas palabras plasmadas en estos textos, poder ayudar, convencer, motivar a cualquiera que tenga un problema con el sobrepeso, o simplemente querer perder algún kilillo que se resiste, o hacer algo de deporte.

Disculpas:

Pido disculpas por las faltas de ortografía, en las que no me haya ayudado el corrector ortográfico de Word. Donde no llegara él, imaginaros yo...

Así que, aquí dejo unas cuantas "h" , " ´ " , "v" , "b" y muchos puntos seguidos, puntos y aparte y comas para que las coloquéis donde se necesiten (......,,,,,,hhhhhvvvvvbbbbbb´´´´´´´´)

Agradecimientos:

Gracias a todos los seguidores de esta historia desde el blog, desde el WhatsApp y desde el Facebook, amigos, familiares, amigos de Fernando que me seguían desde su Face. Sin esas palabras de apoyo, quizás, me hubiera costado más apuntarme a una carrera, o ir a hacer una tirada larga. Un buen motivo para ir a entrenar también era el hacerlo público en una sesión del Face...Un "ME GUSTA" bien grande para tod@s.




Gracias a Anabel Fernández de Alimmenta nutricionistas, por ayudarme a romper el muro de los 107 kilos, en los que me quedé estancado un tiempo. También por ordenar mi alimentación y entender que todas las comidas deben tener Hidratos, proteínas, lípidos y una "cervecilla" a la semana (o dos sin alcohol).














Gracias a Runandfit por todo, POR TODO...Entrenos, apoyo, consejos alimentarios, deportivos, personales, médicos etc. ¡¡¡Gracias infinitas, Pol y Fernando!!! Gracias "Míster" por acompañarme en mi primera media maratón para no hacerla yo solo. Poca gente tiene la suerte que tuve yo, que su entrenador le acompañe en exclusiva durante 21 km y 200 metros, como expliqué aquí, apoyándole durante las dos horas y un minuto, que duró el divertidísimo "calvario". Jamás lo olvidaré. Y espero poder seguir esta relación durante todo el tiempo que tú quieras, por mí, será durante toda mi vida deportiva. Gracias.














A mis hijos que aun siendo jóvenes y estar muy ocupados con todas sus importantísimas cosas: Amigos, novia, internet, diversión, trabajo, ¡¡Ah!! Y en ocasiones hasta los estudios, siempre tuvieron unas palabras de apoyo hacia mí, en cada reto, en cada entreno, en cada kilo perdido. Gracias por vuestra paciencia y comprensión para entender que, para mí en estos dos últimos años, esto era lo principal en mi vida diaria y lo "más importante". Gracias machotes.








Por supuesto a Encarni, mi mujer. Muchas son las veces que he de darle las GRACIAS, agradecerle todo lo que me ha aguantado en este tiempo, acompañándome a interminables carreras esperando ella sola, darme su apoyo cuando no tenía ganas de ir a entrenar, consentirme salir a andar o correr y quedarse ella a cargo del negocio familiar, y muchísimas más cosas de las que nunca olvidaré. Sus emociones sinceras al llegar de un entreno duro y ver las sensaciones satisfactorias que me había producido, haber corrido por primera vez 15 minutos seguidos, por ejemplo, como ocurría al principio, o emocionarse conmigo en meta después de 3 y 4 horas corriendo por montaña, como había ocurrido en algunas carreras, abrazarse a mí y decirme con la voz emocionada, "lo has conseguido otra vez"...aún se me saltan las lágrimas, recordando el sentimiento que ponía en sus palabras sinceras.

Gracias Encarni, te quiero.







Hasta aquí a llegado este blog, lo empecé como dice la cabecera de la página principal:” Esta es la historia de cómo voy a pasar de 132 kilos a.. en fin ya veremos".

El "Ya veremos" han sido, a día de hoy, 88 kilos, más de 45 kilos perdidos.

¿Volveré? A ver en noviembre, con la maratón de Valencia...O la de Barcelona en el 2016...

¡Ah! Y también he empezado a escalar...


P   A           C   A   G   A   R   S   E   !!!!











                              QUE BAJEN A ESE LOCO!!!







Que estaré haciendo allí arriba???