Hace unos 4 años tuve que ponerme en manos
del neumólogo por problemas con los ronquidos. Le llaman apnea del sueño. En
resumidas cuentas, roncas tanto que haces episodios muy continuos de apneas,
osease dejar de respirar involuntariamente durante bastantes segundos y varias
veces en la noche.
Los síntomas más notables son, sueño continuo,
cansancio infinito, ojos rojos y una mala leche encima "tol" día, que
no hay quien te aguante.
Parece ser, que para entrar en el sueño
profundo, que es el que hace que descanses realmente, necesitas estar dormido
como mínimo 20 minutos. En ese momento, tu cuerpo y mente empiezan a recuperar
fuerzas y descansar y no deberías despertarte, porque si no, vuelve a empezar
el ciclo de los 20 minutos.
En mi caso eran 29,4 apneas por hora.
Datos del estudio en 8 horas de sueño, mal
dormidas, claro:
·
Media en segundos de cada apnea - 25''
·
Apnea más larga en segundos - 60''
·
Tiempo total sin respirar - 90 minutos
Grave...
Yo he hecho la prueba de estar sin
respirar durante un minuto, y lo he pasado muy mal. Probarlo.
¿Qué quieren decir esos números? Que no
entraba en el sueño que hace que descansara y me recuperara para poder aguantar
el día siguiente, ni una sola vez en toda la noche y ni un solo día en todo el
año. Así que, un pequeño viaje en coche para mí era terrible. El hecho de
sentarme a conducir y relajarme al volante, ya me daba sueño y en menos de 20 o
30 kilómetros, tenía que parar a echar una cabezadita. Con sus correspondientes
apneas. Claro.
Terrible...
Que más síntomas. Pues, por ejemplo, mi
almohada y el colchón los tenía completamente de color amarillo, de las
sudoraciones que llegaba a tener en la noche. En casa pensábamos que era debido
a mi obesidad y como solía cenar como un condenado, pues era lógico que de
noche quemara calorías...Que va que va, las apneas. Temblores, palpitaciones,
despertarme con unas taquicardias que me asustaban, pensaba que se me salía el
corazón por el pecho o por la frente, pesadillas, pero de las de chillar y
todo.
Un caso oiga...
Más cosas.
A las 2 de la madrugada, ya estaba viendo
la tele o en el ordenador, como poco hasta las 5 ò 6 de la mañana. Y cuando me
tenía que levantar para ir a trabajar me daba el sueño. La sensación de estar
despierto, los ratos que estaba dormido, era horrorosa. La almohada estaba
empapada en sudor y no hacía más que darle vueltas buscando la zona seca. Cuando
cogía aire para respirar después de un episodio de apnea, me despertaba
sobresaltado y no me permitía volverme a dormir en un buen rato.
Una pena, oiga...
Bien, pues mi neumóloga en la primera visita
me dio de plazo un año, para perder kilos y no ponerme una máquina para
respirar. Para entonces yo estaba en unos miserables 117 kilos. En el siguiente
año superé mi propio récord y llegué a los 127. Así que me colocaron la maquinita
de los demonios. No perdamos el tiempo...
El aparato no hacía ruido, pero la máscara
que me colocaba en la "mocha" y el tubo corrugado que llegaba hasta
la maquinita, era como el de un piloto de avión. Olvídate de darte la vuelta,
ni arrimarte a la espalda de tu pareja o de moverte con naturalidad en la cama.
Pero por lo menos dormía un mínimo de 4 horas seguidas. Eso ya era mucho, 4
horas seguidas sin despertarte, daba para poder descansar.
Mis kilos seguían para arriba hasta los
míticos 132, aunque como ya he dicho en alguna ocasión seguro que los 135 los
había superado, ya que la báscula daba error.
Pues, después de 10 meses de perder kilos
y deporte continuo, desde luego, empezaba a dormir muchas más horas y más
saludables. Hasta que me hicieron la prueba en diciembre del 2013 por que le
dije a la enfermera de neumología en un control rutinario, que roncaba bastante
menos sin la máquina.
Prueba echa, visita con la doctora con los
resultados y "zasca" sorpresón, no solo no ronco si no que ya no hago
apneas.
Palabras textuales de mi doctora “Has
curado las apneas ¿Cuántos kilos y como los has perdido?".
Evidentemente le cuento mi historia y me
felicita a mí y extiende las felicitaciones a mi entrenador Fernando. Cuarenta
y tres kilos (43 kilos) no se pierden todos los días, así como así, con lo que
sin pensárselo me pide la dirección de este blog, para que pueda enseñárselo a
algún paciente con el mismo problema que yo, apneas por el sobrepeso, y así
ayudarle a que se anime a perder kilos y hacer deporte. Pues si señora,
"pa" eso estamos, faltaría más.
Había pasado de hacer 29 apneas en una
hora, a 1,5, cuando lo normal es entre 2 y 10 a la hora. ¿Qué te parece
Baldomero? Es más, es que en reposo tengo 49 pulsaciones por minuto, cuando
antaño tenía 90 y pico.
Si con los datos médicos que explico
arriba, no me animaba a perder kilos o a hacer deporte, es que ni me quería a
mí, ni quería a los míos. Y sí, he aprendido a quererme, ya no hago apneas, y
sí, he aprendido a querer a los míos, ya no ronco.
Más cosas.
El colon, mi colon. Al que tanta caña le
he dado con la mala alimentación. Esa larga y corrugada tripa que, no es otra,
que la que te da salud o te la quita, según te portes con ella y yo no era de
los que tuvieran la tripita muy contenta conmigo.
Antes del máximo apogeo de mi tonelaje
descontrolado, empecé a tener problemas estomacales, creía yo, dolor en el
abdomen, sangrado en heces... (Ya sé que esto es un poco personal y delicado,
pero estoy seguro de que alguien que lo lea se sentirá identificado y a lo
mejor toma buena nota). De vez en cuando, me daba un dolor extremo que me tenía
doblado por varios días, lo que más tarde descubrí como, "brotes", a
lo que me tendría que acostumbrar para toda mi vida.
Pruebas y más pruebas. hasta
diagnosticarme, diverticulitis. Y después de dos colonoscopias, me sacaron
varios pólipos, entre ellos uno maligno que, con el tiempo, hubiera dado serios
problemas.
Consejos del médico: “Dieta, verdura a
tope, pérdida de kilos...” En fin, lo que ya sabemos, pero, que no hacemos
nunca. Todo esto junto con las apneas. Un panorama la mar de alentador.
Y bien, lo que me ha dado el deporte y la
alimentación sana, ha sido, después de dos colonoscopias de control, dictaminar
que, los pólipos no se han vuelto a reproducir, la diverticulitis sigue ahí,
pero sin dar brotes, porque eso son heridas o úlceras que no se secan nunca,
pero no van a ir a más. Algo de lo que puedo estar más que contento.
Un cambio increíble.
Bien, pues después de este historial
médico, puedo asegurar que ni el diagnóstico más lamentable, ni el consejo más
acertado, ni verle los dientes al lobo, me hacía cambiar mi forma de vida.
Solo lo consiguió que se unieran un par de
factores determinantes, como explico en la primera entrada de este blog, además
de unas ganas locas de querer cambiar. El truco está en buscar pequeños
objetivos, a corto plazo y desde luego, realizables. Alguien que te dirija con
experiencia y tu corazón. Si no es así, todos los intentos son vanos.
No tenía claro a qué peso quería llegar,
80 y pico era un rango bastante amplio, 81, 89 kilos, qué más da, pero será un
tope al que me enfrentaré de ahora en adelante. Nunca llegar a pesar 90, porque
de los 90 kilos, a 100, solo hay un paso, unas vacaciones, unas navidades
locas, un cambio laboral, algo que me despiste y vuelva a hacer perder la
ilusión por estar en mi peso adecuado. Seguro, o casi seguro que bajaré
bastantes kilos más, pero será porque los entrenos que realice me lleven sin
darme cuenta a perderlos. Quién sabe. Lo que está claro es que la aventura que
he vivido de perder kilos de esta manera ha sido alucinante, divertida,
emocionante. Bajar de peso haciendo deporte, poniéndome metas muy duras pero
alcanzables, trabajando mucho, compartirlo con todos vosotros a través del blog
y del Facebook, disfrutar en cada carrera de la compañía de diferentes
corredores y amigos, eso será inolvidable
Un reto como este, no puede hacerlo uno
solo, hay que repartir las alegrías y las penurias. Por eso nació este blog,
para compartir mi experiencia con cuanta más gente mejor. ¡Darlo a conocer! Yo
no gano nada, pero quizás alguien, sí. Miento, si gano. Satisfacción.
Estoy llegando a mi meta final, a mi
"Mayor Triunfo", bajar de 90 kilos y casi, conseguir hacer una
maratón. El "Mayor Triunfo" de los kilos lo he encontrado, estoy en
88, y bajando. La maratón, era un reto difícil, no por el hecho de correrla, ya
que la lesión me hubiera permitido hacerla corriendo y andando, para eso estaba
preparado. Lo difícil era realizar los 4 estrictos meses de entrenamientos, eso
me lo he perdido. La alimentación estricta, los entrenos militares, la fuerza
mental que hubiera conseguido. De todo eso he estado muy, pero que muy cerca.
Correr durante más de 4 horas seguidas y la mitad de ellas llorando de emoción,
eso es lo que me he perdido. Me conformo, es más, estoy sobradamente contento
de haber estado en puertas de ello.
Ya ha quedado atrás la maratón de
Barcelona, fue ayer y he estado esperando a que pasara para poder decidir qué
haré en el futuro sobre mi maratón, creo que en vez de hacer la de Valencia, por
las ansias de querer hacer una, me esperaré al año que viene para conseguir,
definitivamente, mis 42 Kilómetros y de mientras, correré por montaña, que,
aunque parezca más duro, lo es.
Os lo contaré. Cuidaros. Y no comáis queso
curado con polvorones, que engorda mucho. Receta particular de mis gordos
tiempos.
Deseos:
Solo deseo con estas palabras plasmadas en
estos textos, poder ayudar, convencer, motivar a cualquiera que tenga un
problema con el sobrepeso, o simplemente querer perder algún kilillo que se
resiste, o hacer algo de deporte.
Disculpas:
Pido disculpas por las faltas de
ortografía, en las que no me haya ayudado el corrector ortográfico de Word.
Donde no llegara él, imaginaros yo...
Así que, aquí dejo unas cuantas
"h" , " ´ " , "v" , "b" y muchos puntos
seguidos, puntos y aparte y comas para que las coloquéis donde se necesiten
(......,,,,,,hhhhhvvvvvbbbbbb´´´´´´´´)
Agradecimientos:
Gracias a todos los seguidores de esta
historia desde el blog, desde el WhatsApp y desde el Facebook, amigos,
familiares, amigos de Fernando que me seguían desde su Face. Sin esas palabras
de apoyo, quizás, me hubiera costado más apuntarme a una carrera, o ir a hacer
una tirada larga. Un buen motivo para ir a entrenar también era el hacerlo
público en una sesión del Face...Un "ME GUSTA" bien grande para
tod@s.