Hola Fernando.
Supongo que influye
todo, desde que el mes de agosto no fue perfecto, más las tiradas largas que no
me salieron bien, más el viaje, que como tu decías no estaría descansado, más
los nervios de la noche anterior, que no dormí prácticamente nada, todo ha hecho
que a partir del km 25, fuera un pequeño calvario in crescendo hasta el km 40, que,
a partir de él, me propuse no parar ni una sola vez más y tirar por orgullo.
Anteriormente en cada avituallamiento del 25 en adelante, no tenía más narices
que andar un poco, un minuto o muy poco más. Pero el problema no era ese solo,
si no, que mi rendimiento cada vez era más lento y no podía ir más deprisa, por
qué notaba que las rampas, en forma de corriente, empezaban a asomar, sobre
todo del 35 en adelante. Desde el km 15, el dolor de pies empezó a machacarme,
hasta no sé muy bien que kilómetro, luego, eran un saco de dolores por todas
partes.
De todas maneras, yo
esto ya lo sabía, por qué en los rodajes largos no tenía buenas sensaciones.
¿Te digo la verdad Míster? Mi intención era hacer una maratón, sin más
objetivo que acabarla. La idea de buscar un tiempo genial, no veía que
estuviera mucho de mi lado. Así que, y sin pretender que sea consuelo de
tontos, la verdad es que estoy muy contento de la experiencia que he vivido.
Poder acabar la maratón sin parar mucho, el ver en cuanto he entrado a meta a
Encarni en las gradas, entre miles de personas, el entrar al estadio olímpico
con todo el mundo aplaudiendo y animando, lo bonito del recorrido, lo que me
podido fijar en algunos de los kilómetros, el haber podido entrenar e intentar
cumplir con gran parte de los entrenos. Valoro enormemente todo eso y me doy
por satisfecho.
Luchar contra los
dolores no ha sido muy duro, lo peor, la lucha contra la cabeza, eso sí, aunque
he de reconocer que le he sacado provecho, por qué me he echado un pulso conmigo
mismo y creo que he ganado. Me he dicho de todo y a viva voz por el camino,
desde que no podía retirarme después de lo mucho que hemos luchado para poder
cumplir mi sueño, hasta el esfuerzo que estaban haciendo mis hijos en los
mercadillos para que nosotros estemos aquí y ellos trabajando, pasando por lo
mal que estuve en mi época de gordo. No podía fallar y retirarme. Pienso en que
las veces que he parado, tenían que ser como algo que pertenecía a la carrera,
"Si no paras, no puedes seguir, para lo mínimo y sigue"...no es tan
fácil parar por dolores y arrancar hasta el próximo dolor. Eso también tiene su
mérito.
5h y 4 minutos,
tampoco es tanto tiempo. Es mi primera maratón. Desde el km 22 y hasta el 42 no
dejaba de pensar que no volvería a correr nunca más, no que no voy a hacer otra
maratón, si no, que NO correría nunca más. Pero, en los últimos 190 metros, ¿es
el pico, creo?, en ese momento en el que entro en el estadio olímpico, fue
cuando decidí, seguir en este mundillo. No seré maratoniano nunca, Finisher si,
la prueba la tengo en forma de medalla con mi tiempo y mi nombre grabado.
Hemos llegado, hemos
visto y bueno hemos vencido un poco jeje.
El recorrido un lujo.
En un principio se recorren unos kilómetros callejeando, incluso pasamos por
dentro de un edificio alucinante que es el Rijcs-Museum, abrieron unas puertas
enormes, para dejarnos correr como niños por allí.
Saltábamos por entre
las vías de los miles de km que hay de tranvía. Qué fuerte me parece, que
cortaron hasta el tranvía, cuando hay una cantidad infame de cacharros de esos
pateándose la ciudad y te salen de cualquier sitio en cualquier momento.
Museos y más museos
vamos dejando atrás. Más adelante nos metemos en un parque flipante llamado
Vondelpark, donde la planitud del terreno hace que disfrutes como un bellaco de
las vistas laterales, yo siempre corro mirando al suelo, con lo que tuve que
esforzarme para mirar a los lados.
Uno de los tramos más
salvajemente bonito, es cuando se bordea el río Amstel, que mira qué casualidad
que se llama igual que la cerveza, ¿No será que nació aquí? Igual que la Damm,
Amster Damm, bueno tampoco nos olvidemos de la niña bonita, Heineken.
Subes por una orilla y
bajas por la otra. Con unos muchachos en medio del agua usando esos aparatos
que vuelan por la superficie para nuestro deleite, porque muchos espectadores
no tenían, bueno, allí parados mirándolos, corriendo 16000. Varios son los
canales que bordeamos y pasamos por encima, por eso llueve tantísimo por aquí,
para llenar los canales, si no, tendrían que tirar del agua del ayuntamiento y
eso...
Para mi gusto no había
muchos espectadores animando, pero los pocos que había, intentaban leer mi
nombre y gritarlo acompañado de alguna frase que, por desgracia para mí, no
entendía. Y por fin, llegamos al edificio de Experiencia Heineken, de buena
gana me metía allí y me hidrataba como nunca.
Bastante trozo por una
zona bastante sosita que no hay mucho que ver, así que disfrutó de mi suelo
contando las líneas discontinuas del asfalto e intentando esquivar los baches,
que a esas alturas parecen barrancos.
Voy por el km 30 y
pico y ya no puedo mirar más cosas, solo quiero que esto acabe de una vez, solo
pienso en dejar de hidratarme como manda los cánones, cada 10 o 15 minutillos
Vitargo, cada hora un gel de energía, y en cada avituallamiento toda el agua
que me daban, como tú muy bien me aconsejaste. No vi el muro, ni el mío ni el
de ellos. El mío no, porque el esfuerzo no fue lo suficiente como para gastar
la energía que hace que asome (o igual lo tuve durante toda la carrera desde el
25 ¿? ¿? ¿?) y el de ellos, el de contención del mar tampoco, por qué no sé si
llegamos a pasar cerca de él, hoy, el día después iré a comprobarlo.
Y ya por fin, el arco
de los 500m que, al pasarlo por primera vez, pensé: "Que canallas, como empiecen
a indicarnos las distancia cada 500 m, esto se va a hacer eterno". Pero
mira por dónde, Ferran, está para la llegada y la verdad que me dio una alegría
enorme, porque los dos últimos kilómetros se hacen eternos. Y veo la entrada al
Stadium Olimpic, y entro, y veo las gradas abarrotadas de gente, y un par de
voluntarios me preguntan si Ok no sé qué, supongo que mi salud, y veo la señal
de los 250 m y empiezo a llorar. La garganta se me engarrotaba al emocionarme
en los últimos minutos, cuando ya estaba seguro de que no iba a abandonar, pero
en los últimos metros ni engarrotes ni puñetas, lloro como un bebe, a
trompicones, balbuceando lo contento que estoy, diciéndole a mis hijos que lo
he dado todo, que el esfuerzo que están haciendo lo estoy pagando, que el
regalo de la maratón y este viaje inolvidable de 10 días recorriendo Europa que
me han regalado en mi 50 cumpleaños, ha valido la pena. Que lo he petado
chavales. Y veo la marca de 100 metros y deseo enormemente que Encarni este en
un sitio que la pueda ver. Efectivamente, pasó meta, paro mi reloj en 5:04, me
apoyo en las barandas, que ponen para ese menester y al levantar la cabeza, lo
primero que veo a unos 30 metros, en la primera grada, a mi mujer, "Cámara
en mano" echando fotos y emocionadísima, como yo.
¡Como voy a dejar de
correr Míster, como voy a dejar de correr!
Ha sido igual de duro,
que de bonito.
Y los entrenos han
servido para que, después de comer durante la ventana alimentaria, hidratarme
un poco más y dormir la siesta buscando la postura menos dolorosa, me despierte
con ganas de andar un poquito. Y hoy como digo, el día después, este
prácticamente sin dolores, solo alguno y no muy pesado.
Bueno equipo de
entrenadores, este es mi informe de la carrera. Esta vez algo diferente, en vez
de enviároslo por correo, lo cuelgo en el blog.
Un abrazo y os deseo
lo mejor.
Jordi, en primer lugar muchas felicidades por tu coraje y conseguir ser finisher a pesar de las adversidades. No ha sido nada fácil y tampoco era la mejor forma de estrenarse en una maratón. Cómo ya sabes, lo ideal hubiera sido que tu primera vez fuera en casa, descansado y tu ambiente. Pero en el 2014 no pudo ser por la lesión y esta vez tu preparación era mucho más justita que unido al viaje previo de una semana, durmiendo en el coche y pateando lugares y ciudades, te han afectado. Lo de no dormir la noche anterior no es tan importante porqué eso le pasa a todo el mundo. Si yo te explicara!! Pero en fin, no le demos más vueltas. La próxima, que la habrá, la haces en Barcelona y bien preparada.
ResponderEliminarDe todas formas, piensa que mi primera maratón fue similar a la tuya. Sufrir como un cabrón desde el km 25 más o menos, llegar llorando después de todo el padecimiento y hacer una marca no muy diferente de la tuya (4h33') y piensa que 3 años después fuí capaz de hacerla en 2h53', así que ya sabes... deja pasar unas semanas de descanso total físico y mental (15 dias sería lo ideal con algun trote al gusto en la segunda semana) y ya con la cabeza fría valorar si quieres hacer la de Barcelona del 2016. Ahora ya sabes a lo que te enfrentas y que la maratón es diferente a todo (ni ultras ni puñetas). La maratón tiene algo de especial, de mítico que hace que te enganches del todo. Si, no ha sido, la maratón soñada pero ya lo sabías antes de hacerla aunque supongo que no te imaginabas (ni yo) que ibas a sufrir tanto.
Ahora toca disfrutar de los recuerdos y cosas buenas que viviste en esta maratón. Disfrutalo FINISHER...ahora ya lo puedes decir en mayúsculas. Felicidades por tu primera maratón y tu fantástica crónica!!!
FerRun
Ep!!! Fernando...jajaj Ahora si te puedo contestar a tu comentario de la maraton de Amsterdam. Ahora me siento con fuerzas para hacerlo. Efectivamente, los dos hemos sufrido como cabrones en nuestra 1ª maraton, como tiene que ser, que leches!!! Para a si preparar la siguiente como es debido. Cuando empece la preparacion de Barcelona, no tenia la cabeza muy fria como me aconsejas muy bien, pero ya me conoces, creo que ahi los dos somos iguales, la pasion nos puede. Pero si sabia a lo que me enfrentaba, con lo que me resulto muy dificil prepararla. Ya la tengo y desde luego esta si que a sido la soñada. Ya lo creo.
EliminarVamos ahora a por la montaña y proximos retos juntos!!!
Un fuerte abrazo!!!